El Ulti-mat Chill viene embalado en una caja de cartón que cubre un blister de plástico. Se puede observar perfectamente el Chill, y en el frontal de la caja se muestran sus especificaciones técnicas.

Dentro encontraremos el ratón, una caja con los pesas, un juego de pies de teflón, un pequeño manual, un CD con el software y una correa de la marca.

El diseño del Ultimat es sobrio y elegante, de hecho el botón de ajuste de sensibilidad "al vuelo" está integrado en la pieza que ajusta el scroll.

En la parte izquierda podemos encontrar 4 botones, dos en la parte superior junto al botón izquierdo, y los otros dos en la parte superior del apoyo del pulgar.

Su diseño es simétrico, lo que en teoría implica que es un ratón tanto para diestros como para zurdos. Sin embargo, para los zurdos deberían usar el dedo anular para los dos botones laterales izquierdos, una clara desventaja respecto a los diestros, que usarían el dedo pulgar.

El lateral derecho está completamente limpio. Para el agarre se han montado una superficie de goma punteada como muchos otros fabricantes.

En la base podemos observar su magnifico sensor láser de 5.040 DPI en el centro. Incluye, como todo ratón gamer que se precie, unas patas de teflón para asegurar siempre un perfecto deslizamiento en cualquier superficie. Finalmente, tenemos un botón en la parte inferior izquierda que hará que salga del ratón el soporte para los pesas.

Como es habitual en los ratones gamer de gama media-alta, se incluyen unos pies de teflón extra para que nuestro ratón dure años y deslice como el primer día.

Una vez extraemos el sistema de pesos presionando el botón antes mencionado, saltará un porta-pesas alargado en el que podremos colocarlas, añadiendo un peso de hasta 25 gramos. Mientras no las utilicemos siempre podremos guardarlas en la cajita que Ulti-Mat incluye en el pack.

Tanto el cable como la conexión del Chill son inmejorables. Tenemos un cable enfundado en malla retráctil, y la conexión USB está chapada en oro para ofrecer una mejor conductividad. Nótese además que incluye un núcleo de ferrita para filtrar cualquier posible ruido que pueda meterse en nuestro USB. Todos estos detalles para ofrecer una respuesta rápida y precisa en todo momento.

Sí hay que poner un pero al Chill en su sistema de pesos, y es que hemos encontrado un fallo en la fabricación del porta-pesas. El ultimo hueco para el soporte (pesa superior) no está correctamente mecanizado, y no permite que la pesa entre del todo, lo que hace que sobresalga alrededor de un milímetro.

Por ello si insertamos todas las pesas, luego el porta-pesas entrará con dificultad en el ratón, y será complicado extraerlo ya que se producirá un apriete en un par de piezas donde debería haber un pequeño juego.

Como la mayoría de ratones hoy en día, no será necesario instalar el software del ratón para comenzar a usarlo, sin embargo si no lo hacemos no podremos disfrutar de sus características al completo.

El software incluido para el Chill es bastante intuitivo; todo aquel que haya utilizado ratones gaming de esta categoría se desenvolverá con soltura.

En éste podemos configurar las sensibilidades, programar los botones además de las macros para distintos juegos. Las posibilidades son casi ilimitadas.

El software además permite modificar algunas otras características algo más avanzadas, como el tiempo de respuesta (inversa del Polling Rate), la velocidad del scroll y del doble clic, y la aceleración del cursor.