Como nos tiene acostumbrados SilverStone, la caja es consistente, de fácil transporte y además trae una ventana para poder apreciar el disipador. Viene en un lateral una breve introducción y las especificaciones del producto.

El paquete, además del disipador y el ventilador, incluye los anclajes necesarios para la compatibilidad con todos los sockets antes mencionados. Además se incluyen unos tornillos, pasta térmica, un manual de instalación en varios idiomas con imágenes y el regulador de RPM.

El diseño es similar al de la marca Aerocool. Diseño basado en láminas de aluminio para la mejor disipación del calor, todas éstas dentro de una especie de caja o recubrimiento.

Los tres heatpipes son los encargados de propagar o transportar el calor hasta las aletas donde se disipará mejor con el aire del ventilador.

El color plateado y el negro del recubrimiento superior le dan un toque elegante. El nombre del modelo, así como la marca del fabricante, vienen serigrafiados en ambos laterales y resalta debido a su color. También apreciamos el recorrido de los heatpipes de 8 mm de diámetro, que parten desde el lateral de la base y llegan hasta las aletas.

Un buen detalle es que este disipador puede colocarse de 2 maneras posibles, se pueden quitar los adaptadores y colocarlos en otra posición, es decir, se puede girar el disipador según nuestras necesidades a la hora de colocarlo en la placa base, tal como la disposición de nuestras memorias, por ejemplo.

La superficie de contacto no posee un pulido tipo espejo, pero es bastante plana como para cumplir correctamente con su cometido.

Aquí tenemos el ventilador de 120 mm con su correspondiente controlador de RPM, que luego conectaremos.

Vemos que el fabricante ha conseguido reducir bastante el peso del disipador con respecto a su anterior modelo, sólo 526 g. Con esto no tendríamos que tener ningún problema, incluso con el transporte de nuestro PC.