Muchos usuarios son los que no disponen de conectividad USB 3.0 de forma nativa, por lo que se suele recurrir a bahías que sí den la posibilidad de conectar frontalmente dispositivo con este conector. El SilverStone FP36 es una bahía de aluminio con dos conectores USB 3.0 con cables de 1 metro de longitud cada uno; lo mejor viene que es posible instalar en el hueco de esta bahía hasta dos discos duros de 2,5 pulgadas, mejorando así la capacidad para discos SSD en nuestro equipo.

Producto cedido por SilverStone

Especificaciones del producto

Presentación y vista en detalle

Junto con la bahía viene el cableado, guía de instalación, una ranura PCI y los tonillos necesarios para su instalación y así como la de los discos duros.

El FP36 tiene el frontal creado en aluminio con un acabado cepillado y rugoso, que le da un aspecto excepcional. En dicho frontal encontramos dos puertos USB 3.0 que, como sabemos, se identificar con un color celeste.

La ventaja adicional, muy importante, es que hay espacio para instalar un total de dos discos duros de 2,5 pulgadas, el tamaño utilizado por los SSD. Como podemos ver, donde se encuentran los huecos están los orificios para montar los dos discos, uno encima del otro pero sin tocarse; estos huecos ayudarán en la refrigeración de las posibles unidades.

Vista en detalle (Cont.)

Cada cable termina con una conector macho USB 3.0 con una longitud total de 1 metro por cable, más que suficiente para llevarlo del frontal a la parte trasera de la placa o también la posibilidad de conectar a placa con algunos adaptadores conversor.

SilverStone añade además una ranura para bahías PCI con la intención de poder pasar los cables por este hueco, con dos orificios engomados para añadir cierto bloqueo a los cables y evitar que se muevan.

El montaje de los discos duros es sumamente fácil; debemos insertarlo entre los cuatro brackets y atornillar el disco, en concreto cuatro tornillos. El fabricante evidentemente ha insertado varios orificios externos para poder pasar el destornillador y realizar la instalación correctamente.

En este punto debemos pararnos porque, en el caso de esta muestra, observamos que el cable de la derecha lo tuvimos que curvar mucho para que pudiera pasar debido a la cercanía del conector de puertos externo. Esto se hubiera arreglado alargando la bahía unos 2 centímetros, aunque esto también dependerá de las dimensiones del disco que instalemos, pero es un punto a tener en cuentra.

Vemos la bahía montada en una caja de color negro; evidentemente si nuestra caja es de aluminio, el frontal quedará mucho más elegante e incluso pasará desapercibido. Este frontal también está disponible en color plata.

En cuanto al rendimiento, al no existir ninguna parte electrónica, se trata de un simple alargador, el rendimiento no se va a ver afectado en ningún momento, un punto muy ventajoso.

Conclusión

Contar con este tipo de dispositivos nos facilita enormemente la vida; si no tenemos puertos de este tipo en nuestra caja, tendremos que tener un cable USB alargador (que casi siempre nos estorbará) o pasar la mano por detrás o girar la caja para poder conectar algún dispositivo, normalmente de almacenamiento. Esta bahía evita todos estos malabares y contaremos con los dos puertos frontales, además de poder instalar en su interior dos discos duros; en este punto ya hemos visto que, según dimensiones del disco, queda poco espacio para que el cable pase y hay que curvarlo mucho, por lo que puede deteriorarse y dejar de funcionar, incluso. Quitando este tonto fallo, el rendimiento es excepcional al no existir ningún circuito electrónico, se trata de un simple alargador.

La bahía FP36 de SilverStone ofrece un diseño perfecto, excelentes acabado, un rendimiento sin pérdida, además de hacer de doble bahía para dos discos de 2,5 pulgadas, genial.

Valoración: 4.8/5

Producto cedido por SilverStone