Otra de las novedades de la gama Apollish es la sonda de temperatura; esta sonda hace las veces de control de la velocidad en función de la temperatura. Si no deseamos este control, podemos realizar un corte en el cable y cerrar con un pegamento, quedando el ventilador funcional pero sin el control de temperatura.

En el modelo de 8 cm, la velocidad se mantiene a 600 RPM con temperaturas iguales o menores a 25º C; a temperatura mayores, comienza a aumentar, manteniéndose al máximo de su velocidad, 2.100 RPM, a partir de los 55º C.

La curva en valores de temperatura es idéntica para el modelo de 12 cm; los valores de la velocidad va de las 700 a los 1.700 RPM.

Aquí podemos observar los diodos de los LEDs, un total de 9 en los modelos de 8 cm y 15 en los de 12 cm.

Otras de las geniales características es que el cuerpo de las aspas puede ser separado del rotor; todos conocemos la complejidad de limpiar un ventilador, tanto las aspas como la propia estructura interna. Ahora esto no será inconveniente, ya que al extraer las aspas, podemos limpiarlas con total libertar, al igual que la estructura que sostiene el rotor.

Podremos usar un controlador de RPM para mover estos ventiladores, ya que permiten apagarse, teniendo un rango completo de 0 a 12 V. Así, a partir de los 5-6 V el ventilador comenzará a girar, pero no será más adelante, sobre los 8-9 V cuando los LEDs entren en funcionamiento.

El consumo para los 8 y 12 cm es un poco alto, 3,6 y 4,2 W, respectivamente, debido al número de LEDs que hay que alinentar.

El efecto de la iluminación es genial, en todos los aspectos, tanto en calidad de luz como en el efecto que se crea. Esto es debido a que las aspas reflejan la luz debido a su lacado, consiguiendo así este curioso efecto.

Tenemos disponibles los colores más utilizados, azul, rojo, verde y plateado (o blanco). Los usuarios que busquen una iluminación espectacular y bonita, sin duda los Apollish son una excelente elección.