<center><table width="100%" border="0" cellpadding="10"><tr><td width="250"></td><td><p align="justify">Pese a su enorme éxito, el juego online World of Warcraft (WoW) también tiene una cara amarga. Una joven californiana de 28 años, de nombre Jocelyn, ha solicitado el divorcio de su marido, Peter, tan sólo nueve meses después de regalarle ella misma el juego, aduciendo como motivo su adicción al mismo. “Él llegaba del trabajo a las seis de la tarde, comenzaba a jugar a las seis y media y continuaba hasta las tres de la madrugada. Los fines de semana eran aún peores. Dejé de existir en su vida”, señala en una entrevista concedida a Yahoo! Games.



Peter no acertaba a comprender el enfado de su esposa, aun habiendo dejado incluso de hacer las tareas del hogar que le correspondían y de pagar las facturas de su hogar. Jocelyn, que además había trabajado en Blizzard Entertainment, responsable del desarrollo de WoW, reconoce que el juego es potencialmente adictivo y hay que tener un gran autocontrol, dado que cada vez es necesario emplear más tiempo para mantener el estatus adquirido. Si algún día se casa otra vez, no será con un jugador, concluye.


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