<center><table width="100%" border="0" cellpadding="10"><tr><td width="250"></td><td><p align="justify">Ayer se hizo público el fallo del Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea de respaldar la sanción que ya impusiera en 2004 la Comisión Europea a la compañía norteamericana Microsoft, que ascendía a 497,2 millones de euros, por sus prácticas anticompetitivas y abuso de poder. Además, en 2006 se le multó con otros 280,5 millones de euros por no cumplir con las medidas correctoras decretadas desde Bruselas.



El Tribunal, por tanto, respalda el criterio de la Comisión, además de las mencionadas medidas correctoras, consistentes en la comercialización de una versión de Windows sin el reproductor Windows Media Player y en el suministro a sus rivales de la información necesaria para la fabricación de productos compatibles con dicho sistema operativo. Los jueces, sin embargo, sí han dado la razón al gigante de Redmond en un punto: la anulación del nombramiento del británico Neil Barrett, un “árbitro” independiente, con acceso a toda la información relevante de la compañía para así velar por el cumplimiento de las medidas correctoras. Microsoft, por su parte, no ha precisado si apelará la sentencia, para lo que tiene un plazo de dos meses, pero sí ha comentado que considera “extremadamente importante” respetar las leyes europeas.


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